La vida es de repente, como de repente se va, sin pedirnos permiso,
hace y deshace, nos pone y nos quita a su antojo.
En un segundo nos cambia como de la noche al día.
En un segundo nos rompe y nos ata, nos brinda y ensalza.
Todo está en cada momento, en todos los momentos.
Es plena, redonda, absoluta, autónoma y autóctona,
es lista y sorda, implacable, constante, presente e inconsciente.
Nosotros… barquitos de papel queriendo navegar a contracorriente.
Adoramos al sol, cantamos a la lluvia, luchamos con las olas,
inventamos otra vida, nos hacemos importantes, nos creemos más que el viento y que los rayos.
Empeñamos nuestra vida en ganarle la partida, sin darnos cuenta de que la vida no quería luchar. Nacemos plenos de vida y poco a poco vamos renegando su favor.
Algunas doctrinas intentan llevarnos más rápido y más rectos, pero en la dirección equivocada.
Unos formulan teorías y crean escuelas contra la ira, el odio, el terror y las tinieblas, olvidando que son parte de la vida.
Otros se afanan en comprar la risa, la fiesta, el confort y las vistas, eclipsando la legitimidad del sentimiento.
Y pocos se dejan llevar por el viento y por el tiempo, que te toca y se detiene en este soplo que es, en fin, toda la vida.
Precioso muyyyy bonito cuñao me gusta mucho. Besossss