La penumbra parece noche, los estantes ramas en las que duermen bandadas de pájaros, que son los libros. Si nos acercamos con sigilo y tomamos uno acariciando su lomo, despliega sus hojas que son sus alas y vuela nuestra imaginación, convirtiendo la biblioteca en bosque; prólogo de alguna nueva aventura.
(Segundo clasificado ex aequo con otro autor en el IV Concurso de Microrrelatos, 2015 Ciudad de Callosa de Segura)