No entraré en la ética de la “propiedad privada” porque seguro que, si lo intento, si pongo en duda su moralidad y humanidad, me tacharán de comunista y no atenderán a otras razones, por lo que voy a empezar desde la constitución vigente desde el año 1978. Este acuerdo, que es ley, dice que todos tenemos derecho a disfrutar de una vivienda digna y adecuada (art.47) También dice que toda la riqueza del país en sus distintas formas y sea cual fuere su titularidad está subordinada al interés general (Art. 128)
Por lo tanto, si el cumplimiento del artículo 47 es de interés general, la riqueza de los bancos ha de estar subordinada a que se cumpla este interés general. Es vergonzoso e inhumano leer en la prensa como algunos bancos, que presumen de sus crecientes beneficios, osen, con toda la desfachatez del mundo a desahuciar a familias que no cuentan con los recursos suficientes para disponer de una vivienda digna –y he dicho disponer y no disfrutar como dice la Constitución–
Hemos conocido recientemente de la fusión de Bankia y CaixaBank, dos entidades que ganaban dinero a espuertas, pero a las que su avaricia les ha obligado a ganar más, aunque para ello tengan que prescindir de una importante parte de su nómina. Más de ocho mil trabajadores directos y los que se vean afectados por el cierre de 1.500 oficinas perderán sus trabajos. Los economistas y los enterados podrían alegar en defensa de la fusión, el aumento de tributación que propicia la fusión. Pero esta, se podía haber conseguido igualmente con un aumento real y global de la tributación de las grandes empresas. A mí me parece que existe una clara deshumanización en tejido empresarial. He leído varios artículos económicos y todo lo que veo son ventajas: mejora la posición en el ranking internacional de bancos, aumentan la cuota de mercado –La cuarta parte de los clientes de algún banco, lo serán de esta nueva entidad–, aumenta del valor de las acciones, aumentan de beneficios netos anuales, etc. Es cierto que las cuentas de un banco son muy complejas, pero en ningún artículo económico se habla de la calidad laboral, de la empatía con los clientes pobres, de humanismo. Solo, como buenos especuladores, saben hablar de dinero y rentabilidad sin escrúpulos.
Yo no entiendo cómo se puede salvar bancos, permitir beneficios millonarios a la vez que se les permite que desahucien a familias desfavorecidas dejando viviendas vacías y gente en la calle
Cómo puede la especulación en el precio de los alquileres dignificar a los ávaros mientras existe un problema derivado de una vivienda digna para todos.
Es inconcebible que existan casi 3,5 millones de viviendas vacías en España (fuente INE) en manos principalmente de bancos y fondos buitre mientras se ejecutaron entre abril y diciembre de 2020, 14.249 desahucios
Cómo podemos mirar para otro lado sabiendo que hay más de 33.000 personas (datos oficiales), 40.000 según Cáritas, sin una vivienda habitual y dejar que otros se lucren mangoneando viviendas sin pudor. Es como si estuviéramos en el desierto, pobres, moribundos, sedientos y un banco nos dejara beber solo si pagásemos el precio que él mismo le impone a su agua privada.
Permitimos que pasen cosas así y no salimos a protestar para que las leyes sean más exigentes con los bancos, para que se adquieran más viviendas sociales, para que se regularicen los precios de un bien al que todos tenemos derecho constitucional.